Hacemos un alto en las publicaciones de los Juegos Olímpicos de ETF, pero quería hacer un pequeño comentario sobre una operación del mercado ocurrida ayer y que causó mucho revuelo el día de ayer. Retomaremos el viernes.
El día de ayer fue un día relativamente tranquilo en el mercado, el S&P 500 subiendo 1.7% y el NASDAQ más de un 2%. Esto se debe principalmente a unos resultados bastante mejores de los esperados del índice de precios al productor en Estados Unidos.
Con respecto al mundo corporativo la noticia del día estuvo vinculada al anuncio de Starbucks de despedir a su CEO y contratar al de Chipotle como su reemplazo. El señor en cuestión, Brian Niccol, es considerado uno de los mejores directivos del sector, por su trabajo actual como en Taco Bell.
Las reacciones del mercado a esta noticia nos dicen mucho sobre la importancia que le ha dado. Las acciones de $SBUX han subido un 24.46% en el día, mientras que las de $CMG llegaron a caer un 13% en su momento más bajo, para luego “recuperarse” a un 7% negativo. Esta imagen la extraje de Yahoo Finance y muestra las variaciones porcentuales de ambas acciones.
Y en términos de capital, con la data cortesía de Bloomberg, se tiene que la empresa de cafés tuvo un aumento de 20 mil millones de dólares en su capitalización, mientras que la de comida mexicana disminuyó en 5 mil millones. Debajo tenemos el gráfico.
Esta noticia me hizo reflexionar sobre la importancia de los principales ejecutivos pueden tener del desempeño de la empresa que dirigen. ¿Y por qué esta noticia te hizo pensar sobre el rol de un CEO, si esta noticia es constante en las empresas que cotizan en bolsa? La respuesta es que son contadas las veces en que se pueden apreciar ambos aspectos de los principales ejecutivos. Tenemos una salida de un decepcionante ejecutivo y siendo reemplazado por uno bueno, que llega de tener éxito en una gran empresa. Procederemos a realizar el análisis.
¿A PRUEBA DE CEOS?
Empezamos el análisis con la empresa Chipotle. Es lo que se conoce como una “empresa de calidad”. Desde su salida en bolsa en 2006 ha generado un retorno de 24.5% anualizado. Eso es un rendimiento muy superior al del S&P 500.
Claro que ha enfrentado problemas a lo largo de su historia como empresa pública, tales como la crisis financiera internacional y la crisis del E. Coli en sus locales. Aun así, ha superado estos obstáculos.
Pero la prueba más difícil de superar de Chipotle ha sido reemplazar de manera satisfactoria a la persona que llevó a la empresa al éxito estelar, su fundador Steve Elis. Esta misión no era nada fácil, considerando que aún estaban en medio de la crisis de salmonella.
La contratación de Brian Niccol fue, por más decirlo, muy acertada. Entendió la cultura de la empresa, la perfeccionó e hizo crecer a la empresa a niveles de dos dígitos. Las acciones han superado al S&P 500 ampliamente. Cotiza a un múltiplo PER de 50, muy superior a la de su industria, demostrando que el mercado valora que seguirá con ese crecimiento.
La noticia de Starbucks sorprendió al mercado, provocando una caída que no ha sido ni por cerca simétrica a la subida del nuevo trabajo de su ex CEO. Esto se debe a la confianza que se tiene en la empresa, pero también reconociendo el impacto que tuvo Niccol en su crecimiento. Aún se está a la espera del nombramiento de su reemplazo, lo cual puede borrar las pérdidas causadas.
DURO DE REEMPLAZAR
Reemplazar un CEO exitoso no es fácil. Las comparaciones son con la valla muy alta. Casos como Chipotle son la excepción. La regla es que el ejecutivo saliente tampoco desea que su legado sea olvidado rápidamente, por lo que el directivo escogido como sucesor no suele ser tan bueno como él.
En el caso de Starbucks, la empresa tuvo un CEO reconocible en el tiempo, Howard Schultz. Se puede decir que fue el constructor de la empresa que es ahora. Intentó salir de ella varias veces, pero siempre era llamado en casos de emergencia. Ninguno de sus sucesores en cada etapa pudo sacudirse de su sombra y el actual, Laxman Narasimhan, ha pasado por lo mismo. Incluso ha recibido críticas de la leyenda Schultz.
Las acciones de la empresa no han alcanzado los máximos del 2021 y desde la asunción de Narasimhan no han hecho más que bajar. Esto debido a la disminución de las ventas y los márgenes de la empresa. Su desempeño como CEO ha sido, de acuerdo con el mercado, decepcionante.
No sorprende que la noticia de su despido haya sido tomada con bastante agrado por el mercado, pero la magnitud de la subida ha sido sorprendentemente alta. La magnitud del movimiento viene aunada al reemplazo escogido. El nuevo CEO Niccol tiene un historial impecable de desempeño ejecutivo, por lo que podemos utilizar la reacción del mercado en Chipotle para estimar aproximadamente cuánto es por la elección del nuevo CEO y cuánto por la salida del actual.
Utilizando esa información, el aumento del precio de Starbucks se explica en un 7% por la entrada de Niccol y un 17% por la salida de Narasimhan. Si aplicamos un ajuste de ±3%, debido a que el mercado puede valorar que el nuevo CEO mejore la eficiencia y márgenes de la empresa, y aun así sigue premiando más la salida de un ejecutivo que no logró sus objetivos.
CONCLUSIONES
El equipo directivo es importante en el manejo de la empresa, este caso me puso a pensar qué valora más el mercado. Contratar a un buen CEO o deshacerse de un CEO que no cumple las expectativas. Con este análisis llego a la conclusión de que es más probable que el mercado valore más deshacerse de un lastre que un buen impulso, porque parafraseando a Buffett (o Munger), un corolario de una de sus famosas frases es que cuando llega un idiota a la dirección, no todas las empresas están capacitadas para sobrevivir.
Asimismo, otra cosa para tener en cuenta es que estas son proyecciones actuales, nunca sabremos cómo se desarrollarán las cosas a futuro, porque para que una tesis se cumpla, deben cumplirse sus expectativas. Puede que Niccol resulte una decepción en su mandato en Starbucks y toda esta subida haya sido un error. Eso se verá a medida que las medidas que tome sean identificadas por el mercado.
Incluso mi análisis de esta situación es erróneo y quizás el mercado valora más el ingreso de Niccol y no la salida de Narasimhan. Y eso es lo bueno de la inversión en bolsa. Los precios se van formando en función de miles de expectativas de inversionistas con ideas totalmente diferentes de la situación de una empresa y su cotización y nos da como resultado un consenso, llamado el mercado.
Gracias por leer.